En la universidad, la gran mayoría o casi todos los trabajos son grupales, así que en cada curso hay que lidiar con los demás compañeros. Las primeras clases, todos demuestran ser estudiantes responsables y preocupados, para que los compañeros del grupo se sientan seguros y confiados de que el grupo resultará efectivo. Sin embargo, con el pasar de las sesiones, se va viendo como es la persona en realidad, puede ser estudioso como también puede ser irresponsable. Después de unas semanas el trabajo se empieza a poner más complicado. Los miembros del grupo se sienten abrumados por la carga del trabajo, y empiezan a aflojar con el trabajo porque ya están cansados, o porque solo quieren aprobar el curso con la nota necesaria. Es en este momento, cuando uno tiene que influenciar al grupo de manera positiva, para que sigan dando todo su potencial. Es necesario hablar con cada uno de ellos y tratar de ayudarlos en sus puntos débiles. De esta manera, ellos se sentirán apoyados y resguardados por ti.
Manejo de Conflictos:
Saber manejar conflictos no es nada fácil. Yo trato de manejarlos, pero aveces se me escapa de las manos. Es complicado manejar conflictos en un grupo de trabajo. Por ejemplo, hace unos ciclos mi grupo y yo teníamos que presentar un trabajo. El trabajo había sido dividido entre cada uno de los miembros del grupo. Cuando faltaba muy poco para entregar el trabajo, me percate que la parte de uno de mis compañeros estaba defectuosa. Intenté arreglarlo, pero ya era muy tarde. A partir de ese momento, decidí que era necesario ayudar a la persona que tenía dificultades con el trabajo, para que pueda mejorar. Desde ese momento, el grupo mejoró considerablemente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario